Cómo limpiar la mampara del baño: 6 consejos

Saber cómo limpiar la mampara del baño te permite ahorrar tiempo y hacer que luzca radiante y como nueva durante muchos años. Con estos consejos te resultará muy fácil mantener en perfecto estado tu mampara a lo largo del tiempo.

Una de las reformas de baño más demandada es la colocación de mamparas de baño o de ducha. No es de extrañar, porque además de modernizar el espacio lo hace más seguro y confortable. Aquí te mostramos los trucos y claves para que limpiarla sea un proceso rápido con un resultado perfecto, y que disfrutes de un baño bonito y cuidado.

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6 tips para saber cómo limpiar la mampara del baño

Estos consejos de limpieza son válidos y efectivos para todo tipo de mamparas, tengan o no un vidrio con tratamiento antimanchas y antical.

1 Utiliza un producto de limpieza atomizado para limpiar la mampara del baño.

De esta manera con poca cantidad de productos el resultado será perfecto. Quedará bien repartido por toda la superficie de la mampara, y al extenderlo con un paño es más fácil no dejar ni un milímetro cuadrado sin pasar. Y se aclarará mejor, por lo que además de ahorrar y lograr la limpieza perfecta que buscas, hacerlo será una tarea más liviana y rápida.

2 Elabora un preparado casero para limpiar mamparas de baño y que luzcan espléndidas

Es muy sencillo. Solo necesitas poner en la botella o recipiente con atomizador la misma cantidad de agua destilada que de vinagre blanco para limpieza, 250 ml de cada. Ambos productos los puedes comprar en el supermercado, son muy baratos. Después añade una cucharadita de un producto líquido para fregar la vajilla y mezcla bien.

Es importante que el agua sea destilada para que no se corrompa, aunque la mezcla la dejes mucho tiempo. El vinagre blanco de limpieza no deja manchas y ayuda a que el cristal de la mampara quede transparente y sin marcas de cal.

3 Deja reposar la solución limpiadora 15 minutos sobre la mampara de ducha

El mejor consejo para desincrustar la cal y lograr una mampara reluciente es dejar que la solución limpiadora actúe durante un cuarto de hora.

Así que una vez aplicado el producto por atomización con la pistola puedes ir a hacer otras tareas, echar un vistazo a tus blogs favoritos o tomar un café con total tranquilidad. El producto actúa mientras tú te olvidas por un rato.

4 Elige útiles de limpieza que no dejen marcas en la mampara

Para limpiar, enjuagar y secar las mamparas de baño, lo ideal es elegir un útil que no deje marcas ni suelte fibras.

Las esponjas suaves son muy buena elección porque son muy absorbentes, se escurren con facilidad, protegen las uñas al limpiar y no causan rayones ni marcas. Los paños de microfibra permiten un secado perfecto sin restos de producto limpiador, como tampoco dejan pelusa ni fibras, la mampara queda brillante y como nueva.

5 En caso de manchas en la mampara, elimínalas con una espátula de limpieza

En algunas ocasiones las mamparas de baño tienen manchas persistentes por algún producto de aseo personal, como los aceites para la piel o debido a salpicaduras de restos de grasa del cabello mezclados con el agua.

En estos casos usar una espátula de limpieza de goma permite arrastrar los restos para que no se sequen y que eliminar las manchas sea mucho más sencillo. Hazlo antes de aplicar el producto con atomizador y verás lo bien que queda.

6 Utiliza un cartón para limpiar los raíles de las mamparas de baño correderas

En las mamparas de baño correderas, es importante limpiar los carriles. Así la puerta seguirá deslizando con facilidad y quedará el espacio libre de restos de jabón o de champú.

La forma más fácil y rápida de limpiar la mampara de baño con un resultado perfecto es usar un cartón de rollo de papel higiénico. Corta un trozo, introdúcelo en un lado del carril de la mampara y deslízalo hasta el otro lado. Así atrapará la suciedad y la arrastrará para que sea más fácil de retirar con un paño de limpieza.

Si se trata de la mampara del baño de una segunda residencia a la que solo vas de vez en cuando, completa este truco pasando un aspirador de mano para retirar el polvo seco que se haya podido acumular con el tiempo antes de volver a usar la ducha o la bañera.